Ansiedad y depresion por el uso de redes sociales

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El análisis, publicado en línea y previsto para la edición impresa de abril de la revista Computers in Human Behavior, mostró que las personas que declaran utilizar entre siete y once plataformas de medios sociales tienen un riesgo de depresión y ansiedad más de tres veces superior al de sus compañeros que no utilizan más de dos plataformas, incluso después de ajustar el tiempo total dedicado a los medios sociales en general.
Los participantes que utilizaban entre siete y once plataformas tenían 3,1 veces más probabilidades de presentar síntomas depresivos que los que utilizaban entre cero y dos plataformas. Los que utilizaban más plataformas tenían 3,3 veces más probabilidades de presentar síntomas de ansiedad que los que utilizaban menos. Los investigadores controlaron otros factores que pueden contribuir a la depresión y la ansiedad, como la raza, el sexo, la situación sentimental, los ingresos familiares, la educación y el tiempo total dedicado a las redes sociales.
"Es posible que las personas que sufren síntomas de depresión o ansiedad, o ambas cosas, tiendan a utilizar posteriormente una gama más amplia de medios sociales. Por ejemplo, es posible que busquen en múltiples vías un entorno que les resulte cómodo y aceptable", afirma Primack. "Sin embargo, también podría ser que intentar mantener una presencia en múltiples plataformas pueda en realidad conducir a la depresión y la ansiedad". Habrá que seguir investigando para desentrañar esto".
En segundo lugar, aunque el estudio se refiera a un periodo concreto, la escasez de datos experimentales sobre cómo afectan las redes sociales a sus usuarios hace que cualquier contribución deba considerarse valiosa. "Cualquier prueba causal que seamos capaces de aportar es, por su propia naturaleza, útil", afirma.
Pero aunque así sea, Makarin cree que las empresas de medios sociales y los responsables políticos deberían seguir trabajando para paliar los efectos potencialmente nocivos sobre el bienestar mental. En 2021, 4.500 millones de personas -más de la mitad de la población mundial- tenían una cuenta en las redes sociales.
"Cuando llegué a este trabajo, sabía que la salud mental era un tema importante, pero para ser honesto, pensé que era solo un resultado más para estudiar en nuestra agenda de medios sociales", dijo. Sin embargo, cuando empecé a estudiar las tendencias de deterioro de la salud mental entre los adultos jóvenes, me di cuenta de lo verdaderamente grave que es la situación, y eso se me quedó grabado". Cualquier idea que este trabajo, u otros, puedan ofrecer sobre lo que hay detrás de esta tendencia será muy valiosa para la sociedad."
En segundo lugar, aunque el estudio se refiera a un periodo concreto, la escasez de datos experimentales sobre cómo afectan los medios sociales a sus usuarios hace que cualquier contribución deba considerarse valiosa. "Cualquier prueba causal que seamos capaces de aportar es, por su propia naturaleza, útil", afirmó.
Pero aunque así sea, Makarin cree que las empresas de medios sociales y los responsables políticos deberían seguir trabajando para paliar los efectos potencialmente nocivos sobre el bienestar mental. En 2021, 4.500 millones de personas -más de la mitad de la población mundial- tenían una cuenta en las redes sociales.
"Cuando llegué a este trabajo, sabía que la salud mental era un tema importante, pero para ser honesto, pensé que era solo un resultado más para estudiar en nuestra agenda de medios sociales", dijo. Sin embargo, cuando empecé a estudiar las tendencias de deterioro de la salud mental entre los adultos jóvenes, me di cuenta de lo verdaderamente grave que es la situación, y eso se me quedó grabado". Cualquier idea que este trabajo, u otros, puedan ofrecer sobre lo que hay detrás de esta tendencia será muy valiosa para la sociedad."
Durante las dos últimas décadas, las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo, ya que nos desplazamos para curar el aburrimiento, mostrar versiones pulidas de nosotros mismos o ponernos al día con familiares y amigos. Pueden ser una herramienta increíble para conectar con quienes son importantes para nosotros, para recabar información y para expresarnos. Sin embargo, aunque las redes sociales tienen usos positivos, también tienen efectos fisiológicos en nuestro cerebro que afectan a nuestras vías dopaminérgicas y, por tanto, a nuestra salud mental.
Según el Pew Research Center (2021), el 82% de los adultos estadounidenses de 30 años o menos utilizan algún tipo de red social. Whiting y Williams (2013) identifican estos cinco usos de las redes sociales, que incluyen la interacción social (88%), la búsqueda de información (80%), pasar el tiempo (76%), el entretenimiento (64%) y la relajación (60%). Coloquialmente, muchos de nuestros estudiantes afirman que utilizan las redes sociales por "miedo a perderse algo". Se han realizado estudios sobre el "FOMO", que determinaron que este fenómeno contribuye a la fatiga de las redes sociales.